La terapia asistida con animales no es una iniciativa recreativa, aunque el juego que se establece con los animales y que se estimula en los pacientes pueda parecerlo. Se trata de un proceso personalizado, que tiene finalidades terapéuticas específicas, que busca mejorar las consecuencias de discapacidades físicas, cognitivas o emocionales en los pacientes. Muchos pacientes de hospitales o personas mayores residentes en hogares de ancianos, niños con cáncer o con síndrome de Down, se benefician de la terapia asistida con animales.
La terapia asistida con animales y el papel de los perros
Pero ¿por qué perros y no otros animales en la terapia asistida con animales? Es cierto que los caballos y los gatos son animales recomendados para la terapia asistida con animales, pero son los perros, con mucha diferencia, los que más se usan en estos tratamientos. El motivo no es otro que ese vínculo de confianza mutua que resulta siempre más fácil de establecer entre perros y personas. Los perros de la terapia asistida con animales marcan una diferencia en las vidas de las personas con las que interactúan.
¿Qué aportan los perros en la terapia asistida con animales, qué conductas se aplican con ellos?
En ese sentido, los perros de la terapia asistida con animales no son canes cualesquiera, son animales certificados, elegidos, y entrenados para desarrollar un modelo de interacción con los pacientes que ayude a mejorar su estado. Los perros de la terapia asistida con animales pueden ayudar a levantar el ánimo del paciente con su sola presencia, con el vínculo emocional que se crea y facilitar mucho la recuperación.