Las medidas de higiene vocal consisten en una serie de normas de conductas vocales para evitar el esfuerzo o abuso vocal, y conseguir así un uso racional y saludable del sistema fonador
Por MC. Cecilia Saldaña Belmar En la práctica docente es muy común que los profesores tiendan a elevar el tono de la voz más de lo requerido cuando imparten sus clases, sobre todo si se cuenta con muchos alumnos, ya que se requiere de un mayor esfuerzo para ser escuchados llegando casi al grito; lo que fuerza las cuerdas vocales y las irrita. Otro hábito que afecta las cuerdas vocales es cuando se habla muy rápido, ya que afecta la respiración y esto provoca que no se trague la saliva necesaria, ocasionando que se resequen las cuerdas vocales. Lo anteriormente mencionado ocasiona disfonías funcionales. Una disfonía funcional es la alteración de una o más de las características acústicas de la voz, que son: el timbre, la intensidad y la altura tonal; que afecta la función por una utilización inadecuada de la voz y desaparece cuando se utiliza correctamente. Los síntomas más comunes en la disfonía funcional son: desgaste vocal, ronquera, molestias en garganta, episodios de afonía o ausencia de voz, inflamación de la laringe, entre otros.
Factores de riesgo en disfonía funcional Los factores de riesgo en la disfonía funcional pueden ser ambientales, organizativos y/o personales. A continuación, se mencionan algunos factores de riesgo de cada categoría señalados por Moncayo y Valle (2019): Factores ambientales Grado de humedad, tanto la falta de humedad o humedad excesiva Exceso de frío o de calor Las corrientes de aire, el aire acondicionado, la poca ventilación, etc. Exposición a irritantes u otros contaminantes ambientales como ambientadores, insecticidas, humo, virus, bacterias, hongos, ácaros, tiza, yeso, tierra, etc. Ruido ambiental Mala calidad acústica del local puede ocasionar dificultades para oírse, y no se podrá controlar la intensidad ni el timbre de la voz y tenderá a subirla por encima del ruido ambiental. Factores organizativos Sobrecarga de trabajo Posibilidad de hacer pausas: después de 2 horas de hablar o leer en voz alta aparecen signos laríngeos de cansancio. Un descanso de unos 30 o 45 minutos disminuye las afecciones laríngeas. Falta de formación en el uso de la voz y en la prevención de trastornos de la voz. Factores personales De constitución física y salud; las disfonías son más frecuentes entre las mujeres y están relacionadas con la edad, influenciada por los cambios hormonales. Además, haber sufrido disfonías en la infancia y disfunciones vocales los primeros años de ser profesional de la voz, padecer faringitis, rinitis o los episodios alérgicos, entre otros. Hábitos tóxicos; el humo del tabaco irrita la mucosa y facilita el reflujo gastroesofágico y el alcohol induce un descenso en el tono y la extensión de la voz. Alimentación; el exceso de condimentos, el café y las grasas favorecen el reflujo gastroesofágico. Medicamentos pueden ocasionar sequedad de las mucosas, aumentan la acidez gástrica, disminuyen el tono muscular, facilitan las hemorragias submucosas, etc. Los neurotransmisores del estrés y la ansiedad aumentan el riesgo de disfonía por esfuerzo. Otros como aerosoles bucales, jengibre, los caramelos y las sustancias derivadas del mentol y el eucalipto, que se suelen utilizar por su acción calmante y refrescante, ocasionan un efecto de rebote de irritación y sequedad.
Algunos factores de riesgo específicos para los docentes, destacan los siguientes: Hablar mientras se escribe en la pizarra de espaldas a la clase, lo que obliga a elevar el tono de voz. Querer imponer la autoridad con el grito. Exposición a polvo de tiza. Ruido que genera el propio alumnado. Número de alumnos por clase. Aulas grandes con mala acústica. Edad del alumnado; en educación infantil se producen más alteraciones de la voz. Las causas son que los alumnos no saben leer, por lo que se requiere de la voz para cualquier explicación, utilización de canciones o cuentos como herramienta pedagógica que comporta cambios bruscos de voz. Determinadas materias pueden agravar el riesgo. Educación física en la que cambios bruscos de temperatura o grandes instalaciones con mala acústica son desfavorables. Idiomas por mayor esfuerzo vocal por los mecanismos fonoarticulares inusuales y a las curvas de entonación distintas. Música por necesidad de cantar, hablar repetidamente por encima de la música.
Efectos del uso de mascarillas en el aula Un factor de riesgo más, y de los más actuales, es el uso de la mascarilla por la situación actual de pandemia en la que se vive, que a pesar de que ya se cuenta con vacuna para el covid-19, y de que en muchos países ya se cuenta con el esquema completo de vacunación en la mayoría de la población, principalmente de los docentes; se debe seguir manteniendo las medidas de higiene y seguridad, como el distanciamiento, lavado de manos, y por supuesto el uso de mascarillas principalmente en espacios cerrados; como lo son precisamente las aulas escolares. Es por ello que los docentes deben seguir usando la mascarilla en la impartición de clases presenciales en las escuelas. Por consiguiente, este uso continuo de las mascarillas al impartir clases afecta la voz debido a que ésta tiene que atravesar la tela o material de la propia mascarilla, lo cual hace que la voz se encajone entre este material dificultando su proyección, y por tanto, obliga al docente a subir el volumen de su voz para que sea más audible y entendible para sus alumnos, y si a ello se le suma el ruido ambiental y las voces de los alumnos, sobre todo en las aulas numerosas o como en el caso de los alumnos más pequeños como de preescolar o primaria que suelen ser más inquietos y platicadores; que además están deseosos de socializar con sus compañeros a quienes no han visto en largo tiempo a raíz de la cuarentena. Cabe destacar, que las mascarillas también afecta la respiración, puesto que no solo cubren la boca, sino también la nariz, lo que impiden también respirar adecuadamente, especialmente cuando se está hablando, lo que produce una falta de aire y sensación de ahogo. Ahora bien, después de revisar los planteamientos anteriores, no es posible negar la importancia que tiene el cuidado de la voz en la actividad docente, ya que la voz es la herramienta principal de éstos, y de no ser cuidada adecuadamente, es probable que en la recta final de la carrera docente no se llegue con una voz clara y adecuada para un buen desempeño de la profesión.
Medidas de higiene vocal para docentes: Las medidas de higiene vocal consisten en una serie de normas de conductas vocales para evitar el esfuerzo o abuso vocal, y conseguir así un uso racional y saludable del sistema fonador. Algunas de estas medidas consisten sencillamente, en eliminar o reducir en la medida de lo posible los hábitos y factores de riesgo mencionados anteriormente, para restaurar el equilibrio del sistema fonador y prevenir las disfonías funcionales. A continuación, en la Tabla 1 se exponen algunas de estas medidas. Tabla 1. Medidas de higiene vocal Medidas de cuidado Justificación Beber agua frecuentemente. Ayuda a reducir la fricción entre los pliegues vocales durante la fonación. Solución: ingerir al día dos litros de agua de forma pausada y a temperatura ambiente, apoyarse del uso de: vaporizaciones, humidificadores de ambiente y nebulizaciones; evitando siempre el consumo de dulces mentolados que resecan la mucosa. Evitar aclaramientos de garganta y tos constantes. Ambos provocan trauma en los repliegues vocales originados por la presencia de secreción viscosa y sensación molesta en la parte interna del cuello. Recomendación: realizar una inhalación de aire acentuada y alargada, vaporizaciones, tos insonora e ingerir agua de forma pausada. Mientras escribe en el pizarrón no debe hablar. Este hecho obliga a incrementar la intensidad de la voz para ser comprendido. Escribir por encima del nivel de la mirada altera el equilibrio corporal y, por ende, la emisión vocal adecuada. Conocer el funcionamiento elemental del aparato fonador. Esto permite detectar posibles cambios en la emisión vocal para acudir de manera temprana al foniatra u otorrinolaringólogo en caso de padecer disfonías que duren más de quince días. Hablar de forma prolongada es perjudicial. Puesto que representa una conducta de abuso vocal. Solución: luego de cada hora de habla ejecutar pausas de dos a cinco minutos, realizar calentamiento/enfriamiento vocal antes y después del horario de trabajo y asistir a clases de técnica respiratoria y de la voz. Fuente: Sánchez R (12), Cobeta et al (14), Álvarez A (16), Sánchez et al (17), Serra et al (28), Jackson Menaldi M. (29) Elaborado por: Chamorro (2021).
Medidas para el uso de mascarillas en el aula Como ya se comentaba, a pesar de que en cierta medida la pandemia se encuentre controlada y se cuente con vacunas, las medidas de prevención aún siguen y el protocolo en los centros escolares es la utilización obligatoria de mascarillas. En el caso de los maestros, como medida para evitar lesiones en sus cuerdas vocales, se recomienda, si es posible, el uso de un amplificador de voz sobre todo si se trata de aulas amplias y con gran número de alumnos, o bien, que por el distanciamiento social se dificulta que el sonido llegue a todos los estudiantes. También se recomienda utilizar mascarillas quirúrgicas, ya que en algunos estudios como los de Randazzo, Koening y Priefer (2020), se ha comprobado que este tipo de mascarillas son las que menor impacto tiene sobre la inteligibilidad del habla en comparación con las mascarillas KN95, ya que las KN95 al tener un filtraje mayor se entiende mucho menos lo que decimos. Además, al momento de respirar, entra mejor el aire con las mascarillas quirúrgicas. Y puesto que, al hablar mucho rato, respiramos mucho más más de lo habitual, y por ende, exhalamos más, y lo que exhalamos es dióxido de carbono (CO2); con el uso de la mascarilla una parte de ese dióxido de carbono se queda ahí, el cual volvemos a respirar, por lo tanto, esta retroalimentación está contaminada por CO2 exhalado previamente, lo cual puede hacer que no sea del todo sano estar respirando constantemente CO2. Por lo anterior, es que se recomienda las mascarillas quirúrgicas, así como aprovechar los momentos de descanso entre clase y clase para respirar aire natural y disminuir esa sensación de sofocación. Sin embargo, se sabe que las mascarillas quirúrgicas suelen humedecerse más rápido cuando se está hablando, por lo que, los docentes al tener que hablar por muchas horas continuas es mucho más fácil que eso suceda, para ello podrían tener más de una mascarilla de repuesto para cambiarlas cuando éstas se hayan humedecido. Otra medida para cuidar la voz con la mascarilla, es hablar más lento para así vocalizar mejor, y por ende, lograr una mejor dicción, así como evitar levantar la voz. Si el docente se percata que está levantando la voz para ser escuchado debido al ruido ambiental y voces de los estudiantes, debe inmediatamente bajar la voz, se debe permitir que los estudiantes se acostumbren a un tono más bajo, ya que si el docente comienza a bajar la voz, los estudiantes tendrán que bajar su voz también o guardar silencio para poder escuchar al docente. Otra táctica es darle la voz al estudiante también, cuando el docente tenga que leer alguna diapositiva que esté proyectando o parte de un texto de libro, puede pedir la participación del alumno para que el docente pueda descansar la voz y evitar la fatiga vocal. En caso de que se presenten los síntomas de disfonía mencionados al inicio, y éstos continúen por más de diez días, será necesario que el docente acuda con un especialista, ya que de no atender las molestias y seguir con hábitos que afecten las estructuras de la laringe, el problema podría avanzar y llegar a producirse nódulos vocales, o que con el paso del tiempo sea convierta en un caso más severo, como suele suceder con los cantantes con muchos años de trayectoria, ha sucedió que en algún momento llegan a tener que retirarse por presentar afonía que es la pérdida total de la voz.
Conclusiones Es importante promover la concientización en los docentes sobre la importancia del cuidado de la voz, ya que es una de las herramientas más importantes dentro de su labor y acciones diarias en el aula. Por lo tanto, es esencial que conozcan las medidas de higiene vocal para mantener una voz sana y evitar así alteraciones como la disfonía, o en dado caso rehabilitarse, en este último caso sería necesario el acompañamiento de un profesional de la salud. Referencias bibliográficas Randazzo, M., Koenig, L. L., & Priefer, R. (2020). The effect of face masks on the intelligibility of unpredictable sentences. In Proceedings of Meetings on Acoustics 179ASA, 42 (1), 1-9. Acoustical Society of America. Recuperado de: https://asa.scitation.org/doi/pdf/10.1121/2.0001374
Sobre la autora: Cecilia Saldaña Belmar Doctoranda en educación en la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS). Maestra en docencia en ciencias de la salud (UAS). Docente universitaria en Universidad ISEP. Visita su web aquí