La evolución de los procesos comunicativos en la educación
Los procesos comunicativos han evolucionado desde el lenguaje articulado hasta la apertura a la era de la información y comunicación, la cual generó modificación en varios contextos, incluyendo el educativo, ya que la red pública de internet trajo consigo que los procesos de búsqueda, mecanismos y procedimientos de información sean más rápidos. Sin embargo, hoy en día lo que se busca es ir más allá mediante una “Gestión de Conocimiento” donde se generen reflexiones de la información y donde se cumpla con el intercambio desnacionalizado del conocimiento (Guanipa, 2019).
Cabe destacar, que dentro de este marco de perenne transformación, las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) no fueron creadas inicialmente para el desarrollo educativo; sino para el económico, pero es innegable que paralelo a su desarrollo surgió oportunamente el nuevo paradigma de la enseñanza y del aprendizaje, partiendo de la utilización de las TIC como refuerzo a la educación presencial, luego la educación mixta (presencial y virtual) favoreciendo la flexibilidad que algunos sistemas educativos formales necesitaban y convirtiéndose así en una propuesta importante de innovación e inclusión hasta llegar a la educación a distancia.
Esta última, como plantea Malagón, et al. (2019), se ha convertido en punto de referencia al momento de estructurar programas o universidades con este enfoque “La Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en España, la Fernuniversität Hagen en Alemania, la Open University en Reino Unido, la Universidade Aberta en Portugal, entre otras a nivel europeo” (p. 26).
Por otra parte, también existe experiencia en los Estados Unidos donde se ha presentado un notable crecimiento en el número de instituciones educativas privadas y estatales que ofertan programas de pregrado, postgrado y educación continua, destacando las Universidades de Berkeley, Michigan y Florida. En el ámbito privado la universidad de Harvard, Western Governors University (WGU) y Phoenix University, la cual se considera como la mayor universidad de educación a distancia del país (Malagon, et al, 2019).
Educación a Distancia en Tiempos de pandemia
Es conveniente resaltar en relación a la educación a distancia que esta modalidad no determina en sí misma un cuerpo único de saberes, metodologías, procedimientos, sino que recoge en su hacer particularidades propias del contexto en los que se desenvuelve, tal como resalta Villalonga (2015) al conceptualizarla como:
El uso de técnicas pedagógicas, recursos y medios de comunicación específicos para facilitar el aprendizaje y la enseñanza entre alumnos y docentes que están separados por el tiempo o la distancia. Las técnicas, recursos y medios de comunicación dependen de factores como: la asignatura, las necesidades y el contexto del alumno, la competencia y experiencia del docente, los objetivos de la instrucción, las tecnologías disponibles y la capacidad institucional (p. 5).
En este sentido, debido al éxito de esta modalidad en educación se ha impulsado su inserción en la mayoría de las universidades situadas en países desarrollados ya que se articulan la tecnología y los procesos formativos, mientras que en los países en vías de desarrollo existen universidades transitando el camino de la actualización de recursos tecnológicos, humanos, económicos y de infraestructura. Tal es el caso de universidades en México, Costa Rica, Colombia, El Salvador, Paraguay, Ecuador, Venezuela, Panamá, Argentina y Puerto Rico que han aprobado marcos legales que autorizan a las universidades en la administración de los programas de pregrado y postgrado cien por ciento virtuales.
Teorías del aprendizaje
Es importante resaltar, que estos procesos de Educación a Distancia en su mayoría se desarrollan bajo las siguientes teorías: el aprendizaje colaborativo el cual se basa en supuestos epistemológicos diferentes y tienen su origen en el constructivismo social, el cual recoge la esencia y los fundamentos filosóficos del aprendizaje colaborativo. El aprendizaje colaborativo se produce cuando los estudiantes y los profesores trabajan juntos para crear el saber; es decir, parte de la base de que las personas crean significados juntas y que el proceso las enriquece y las hace crecer.
En vez de dar por sentado que el saber existe en algún lugar de la realidad “exterior” y que espera ser descubierto mediante el esfuerzo humano, el aprendizaje colaborativo, en su definición más estricta, parte de la base de que el saber se produce socialmente por consenso entre compañeros versados en la cuestión, teniendo en cuenta que el saber es algo que construyen las personas hablando entre ellas y poniéndose de acuerdo.
Cabe destacar, que en el aprendizaje colaborativo se quiere evitar que los estudiantes se hagan dependientes del profesor como autoridad en los contenidos de la asignatura o en los procesos grupales; por lo tanto, no le corresponde al profesor la supervisión del aprendizaje en grupo, sino que su responsabilidad consiste en convertirse, junto con los estudiantes, en miembro de una comunidad que busque el saber. (Barkley et al, 2007).
Por otra parte, se encuentra el aprendizaje significativo el cual surge cuando el estudiante, como constructor de su propio conocimiento, relaciona los conceptos a aprender y les da sentido a partir de la estructura conceptual que ya posee. El aprendizaje se construye tanto al relacionar los conceptos nuevos con los conceptos que ya se poseen, como al relacionar los conceptos nuevos con experiencias que ya se tienen.
Es por ello, que para que el Aprendizaje Significativo se desarrolle debe cumplir con dos condiciones básicas: “Disposición del sujeto a aprender significativamente y que el material a aprender sea potencialmente significativo, es decir relacionable con sus estructuras de conocimientos” (Roman y Diez, 1990, p. 74).
No se puede soslayar el Constructivismo, cuyas bases anteceden a la moderna psicología y se remonta al movimiento intelectual que surge en Grecia en el siglo V a. c., conocido como Sofística. Los sofistas revierten la concepción geocentrista, que hasta el momento había imperado, en una concepción antropocentrista en la que el hombre, la sociedad y la educación se revelan como importantes y dignos de estudio.
Fuenmayor y Orellana (2002) plantean que Protágoras (480-410 a. c.) y Giorgias (380 a. c.), han sido considerados entre los principales representantes de tal movimiento intelectual, los cuales nos conducen hacia los planteamientos actuales del constructivismo radical. Es el hombre quien determina la existencia de las cosas, porque el hombre las conoce. Si no las conoce, en palabras del constructivismo radical, no hay realidad independiente del observador.
En la actualidad, la postura constructivista se alimenta de diversas corrientes: el enfoque psicogenético piagetano, la teoría de los esquemas cognitivos, la teoría ausubeliana de la asimilación, el aprendizaje significativo y la psicología sociocultural vigotskiana, entre otras. Es por ello, que el proceso de construcción de los aprendizajes depende de dos aspectos fundamentales, de los conocimientos previos que tengan de la nueva información y de la actividad externa o interna que el aprendiz realice al respecto.
Por lo dicho anteriormente, hay que tener en cuenta que ésta teoría equipara al aprendizaje con la creación de significados a partir de experiencias. Para ser exitoso y duradero, el aprendizaje debe incluir los tres factores cruciales siguientes: Actividad (ejercitación), Concepto (conocimiento) y cultura (contexto).
Además, también está la enseñanza sincrónica, que se imparte y se recibe al mismo tiempo; dicha enseñanza en aulas virtuales y mixtas transcurre en lo que se denomina “tiempo real”. El tiempo real es cuando todos los participantes de una actividad se involucran en esa actividad al mismo tiempo, independientemente de su ubicación, en consecuencia se necesita que los estudiantes asistan a una lección virtual durante la cual todos los participantes deben iniciar sesión simultánea. Esa lección es una enseñanza sincrónica impartida en tiempo real (Cabero et al., 2004, pp. 30-31).
No se puede dejar a un lado la enseñanza asincrónica, la cual no depende del tiempo real. En este caso, los estudiantes pueden realizar la interacción sin estar en tiempo real mediante una lección grabada, un foro de discusión y realizar sus aportes, ya que no es necesario que los participantes estén conectados al mismo tiempo para concluir sus asignaciones (Cabero et al., 2004, pp. 30-31). Se pueden entonces resumir mediante la siguiente infografía la relación entre las teorías y conceptos mencionados anteriormente formando un complexus Pentateórico como se muestra a continuación:
Figura N° 1. Complexus Pentateórico.
Nota: Infografía de las teorías y conceptos con sus características relacionados con la Educación a Distancia.
En la infografía se toma en cuenta que una de las características del aprendizaje colaborativo es que tiene como origen el constructivismo social y la otra es la construcción del saber en conjunto. Por otra parte, se encuentran las características del constructivismo, del cual surgen tres vertientes: actividad (ejercitación), concepto (conocimiento) y cultura (contexto). Además, el aprendizaje significativo tiene como característica la relación de los conceptos nuevos con los conceptos y experiencias que ya posee. No se puede soslayar la enseñanza sincrónica, que es aquella que se realiza en “tiempo real” con enseñanza asincrónica, que no es realizada en tiempo real.
Las teorías del constructivismo, aprendizaje colaborativo y aprendizaje significativo se integran en un enfoque complejo. El constructivismo se centra en la construcción del conocimiento individual, mientras que el aprendizaje colaborativo enfatiza la creación conjunta del saber. Ambos requieren actividades contextualizadas. El aprendizaje significativo, por su parte, relaciona los nuevos conceptos con conocimientos previos, lo cual también remite al contexto. Estas teorías se interrelacionan y se aplican de forma recursiva en la Educación a Distancia, tanto sincrónica como asincrónica, a través de herramientas digitales, plataformas y redes sociales. Así, se configura un enfoque pentateórico basado en principios hologramáticos, dialógicos y recursivos, generándose la siguiente infografía:
Figura N°2. Infografía de la Educación a Distancia a la luz de la Realidad Socioeducativa.
Nota: En la infografía se ve la integración del complexus pentateorico con las herramientas digitales, redes sociales y plataformas para el desarrollo de la Educación a Distancia.
En el lado izquierdo de la Infografía de la Educación a Distancia, a la luz de la Realidad Socioeducativa, se puede visualizar como en el constructivismo, aprendizaje colaborativo y significativo hay puntos de encuentro como son el conocimiento, concepto o saber, tal y como se explicó en líneas anteriores. Además, hay también relación en cuanto a la cultura, contexto o experiencia y no se puede soslayar las actividades o ejercitación que a su vez se relacionan a la hora de impartir Educación a Distancia de manera sincrónica (tiempo real) y asincrónica (cualquier momento que se acuerde) mediante herramientas de comunicación digital, plataformas y redes sociales que se encuentran del lado derecho de la infografía.
Transición digital en la educación: de lo presencial a lo virtual
En varias instituciones en el mundo donde la Educación era presencial o Bimodal, cuando comienza el aislamiento social por causa de la pandemia del COVID-19 fue necesaria la implementación total de herramientas para el desarrollo de las clases a distancia, que serían desde ese momento cien por ciento virtuales. Dentro de esas estrategias surgen herramientas digitales de acuerdo a la realidad socioeducativa que se estaba manejando y dependiendo de la conectividad que tenían los docentes y participantes los procesos fueron generalmente asincrónicos y muy pocas veces sincrónicos, ya que no todos contaban con conectividad permanente en sus hogares.
En virtud de ello, se puede observar en la infografía las plataformas que fueron mayormente empleadas como Moodle, classroom, google Meet y youtube, para el desarrollo de actividades como materiales, videos, tareas, tutoriales, comentarios y evaluaciones. En el caso de youtube los docentes realizaron tutoriales que luego subieron a sus canales para que los participantes pudieran tener acceso a ellos mediante el Classroom, blog o WhatsApp, con el fin de poder ampliar los canales de comunicación entre el docente y los estudiantes.
En cuanto a las redes sociales, una de las más utilizadas fue WhatsApp, donde el proceso de comunicación fluyó de manera más sencilla ya que mediante grupos, el docente podía comunicar información, realizar foro chat y mandar videos o tutoriales para ayudar con el proceso educativo. La ventaja de esta herramienta es que generalmente se utiliza de manera asincrónica. Por otra parte, se manejaron redes sociales como Hangouts, Zoom y Google Meet para desarrollar video conferencias, presentaciones y video foro.
También se realizaron abordajes de herramientas de comunicación digital mediante los Blogs, donde se colgaban enlaces, videos y comentarios. La otra herramienta fue Educaplay, utilizada por docentes para desarrollar test, mapas y juegos con su autoevaluación.
Es importante destacar que mediante entrevista realizada a docentes y estudiantes, estos expresaron que mediante las herramientas de comunicación digital, plataformas y redes sociales se pudo adquirir el conocimiento de manera adecuada y consideran que esto ayudará a cambiar la cultura presencial, es decir, que tanto los docentes como estudiantes no sean obligados a tener gastos de traslado a las instituciones, y como plantea la UNESCO “Es preciso aprovechar las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) para reforzar los sistemas educativos, la difusión de conocimientos, el acceso a la información, el aprendizaje efectivo y de calidad, y una prestación más eficaz del servicio” (UNESCO, 2015, p. 7).
Referencia Bibliográfica
- Barkley, E., Cross, P. y Howell, C. (2007) Técnicas de aprendizaje colaborativo. Madrid: Ediciones MORATA, S. L.
- Cabero, J., Llorente, M. y Román, P. (2004) Las Herramientas de la comunicación en el “Aprendizaje Mezclado”. Revista Pixel-Bit. Revista de Medios y Educación, N° 023, 27-41. https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/22780/09e4150d0ad1a010d5000000.pdf?sequence=1&isAllowed=y
- Fuenmayor, M. y Orellana, R. (2002). El Constructivismo en Educación. Barinas, Venezuela: Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora.
- Guanipa, L. (2019) Onto-epitemia de la realidad socioeducativa a la luz de la gestión del conocimiento en el contexto universitario venezolano. Área de Estudios de postgrado de la Universidad de Carabobo. Venezuela.
- Malagón, L. Rodríguez, L. y Ñanez, J. (2019) Prácticas Pedagógicas y Educación a Distancia. Colombia: Universidad de Tolima.
- Roman, M. y Diez, E (1990). Currículo y Aprendizaje. (2a.ed.). Madrid, España: Gráficas Monterreina, S.A.
- UNESCO (2015) Educación 2030 Declaración de Incheon Hacía una educación inclusiva y equitativa de calidad y un aprendizaje a lo largo de la vida para todos. Editorial: Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
- Villalonga, A. (2015) La educación superior a distancia. Modelos, retos y oportunidades. La Habana, Cuba: Oficina de la UNESCO.