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20 de enero de 2022, Marc Gaja

Estrés y ansiedad en adolescentes ¿Cómo podemos ayudar?

 Conoce las estrategias para el manejo del estrés y la ansiedad en los adolescentes.

Por MC. Dulce García

Hay diferentes motivos por los cuales un adolescente puede padecer estrés. Ciertos de ellos pueden ser las preocupaciones estudiantiles, familiares, problemas con sus amigos, etc.

La adolescencia es un tiempo complejo, hay muchas emociones en juego, se despiertan dudas, pensamientos nuevos y cambios en diferentes puntos de vista, por ende, la mayoría de los adolescentes pueden manifestar confusión o sentirse conflictuados, sin embargo, cuando comenzamos a ver que esos conflictos parecen ser tan enormes que les impiden llevar una vida usual, y hacer sus actividades regulares, podríamos estar presenciando que un adolescente sufre de estrés y ansiedad.

Podemos recordar de nuestra propia adolescencia que los sentimientos nos ponen en una verdadera montaña rusa, primordialmente por los cambios hormonales, esto además causa cambios de humor y de ánimo, conductas temerarias y comportamiento impredecible.

Aprender a manejar el estrés y laborar los sentimientos es determinante para el funcionamiento de todo individuo, sin embargo, en particular una vez que es joven, debido a que es una fase de desarrollo que va a poder influir lo demás de su historia. Si un joven no aprende a manejar sus emociones se verá dominado por ellas, ahogado en estrés, ansiedad e inclusive depresión.

La ansiedad en los jóvenes, frecuenta tener un origen multifactorial, que si no se trata en el instante puede ir aumentando en todo el tiempo. La ansiedad surge una vez que sienten que permanecen en riesgo y requieren estar seguros. Ciertos de los motivos por los cuales un joven puede tener ansiedad son tener altas expectativas y presión por tener triunfo, inconvenientes parientes, acoso, sentirse presionados, problemas sociales, entre otros.

El estrés en adolescentes

El estrés es sí no es malo, tener cierta proporción de estrés es bueno para encarar a inconvenientes o retos inmediatos. El problema está una vez que este estrés es prolongado en la época y crea mucho malestar al joven.

Para ayudar al adolescente a gestionar este estrés es necesario dotarlo de herramientas, hablando con ellos, acompañándolo en sus preocupaciones, buscando alternativas para solucionar algún problema y, sobre todo, mostrarse siempre disponible, en cualquier momento que lo necesiten.

Los adolescentes, al igual que los adultos, pueden experimentar estrés todos los días y se pueden beneficiar de aprender las destrezas para manejar el estrés. La mayoría de los adolescentes experimentan más estrés cuando perciben una situación como peligrosa, difícil o dolorosa y ellos no tienen los recursos para enfrentarla o abordarla. Algunas de las fuentes de estrés para los adolescentes pueden incluir:

  • Peticiones excesivas o frustraciones que vive en la escuela.
  • los pensamientos y sentimientos negativos sobre sí mismos.
  • los cambios hormonales y en su crecimiento.
  • los problemas con sus amigos y/o compañeros de escuela.
  • Situaciones ambientales.
  • la separación o divorcio de sus padres o incluso que permanezcan juntos en una mala relación. 
  • Violencia o acoso de cualquier índole, tanto en casa como en la escuela.
  • una enfermedad crónica o problemas severos en la familia.
  • la muerte de un ser querido.
  • el mudarse o cambiar de escuela.
  • el llevar a cabo demasiadas actividades o el tener expectativas demasiado altas (expectativas irrealistas).
  • los problemas financieros de la familia.

Ciertos jóvenes se sobrecargan con el estrés. Una vez que ello ocurre, el estrés manejado de forma inadecuada puede llevar a la ansiedad, el retraimiento, la agresión, las patologías físicas, o destrezas inadecuadas para confrontarlo como por ejemplo la utilización de las drogas y/o del alcohol.

Una vez que se ve una situación como difícil o penosa, ocurren cambios en nuestras propias mentes y nuestros propios cuerpos que nos preparan para contestar frente al riesgo. El contestar «peleando, escapando o congelándose» incluye un crecimiento en los latidos del corazón y en el número de veces que se respira, se incrementa la proporción de sangre que fluye hacia los músculos de los brazos y de las extremidades, se enfrían y sudan las manos y los pies, se revuelve el estómago y/o se siente terror o pavor.

El mismo mecanismo que crea la contestación al estrés lo puede concluir. Tan rápido decidimos que una situación por el momento no es peligrosa, tienen la posibilidad de pasar cambios en nuestra mente y en nuestro cuerpo humano que nos ayudan a relajarnos y a calmarnos. Esta «contestación relajante» incluye el decrecimiento en los latidos del corazón y de la respiración y una sensación de confort. Los jóvenes que desarrollan la «contestación relajante» y otras destrezas para manejar el estrés se sienten menos indefensos y poseen más alternativas una vez que responden al estrés.

¿Cómo podemos identificar los signos de ansiedad o estrés en adolescentes? 

Tenemos la posibilidad de identificar que un joven sufre estrés o ansiedad observando si se ha producido cualquier cambio en el menor, si tiene ataques de rabia, complejidad para conciliar el sueño, cualquier problema con la ingesta de alimentos, complejidad en la toma de elecciones, aparición de conductas de peligro, separación social o inclusive palpitaciones.

Los padres, maestros o tutores, deben estar alerta ante cualquier signo que puedan manifestar sus hijos ya que es importante detectar la ansiedad lo antes posible y brindarles el apoyo adecuado y la ayuda profesional que necesitan.

Estrés y ansiedad en adolescentes ¿Cómo podemos ayudar?

Un psicólogo, puede ayudar al adolescente a gestionar las situaciones que le provocan malestar, así como dotarles de herramientas útiles para solventar su problema. Del mismo modo, puede ayudar a los familiares a manejar las diferentes situaciones con el adolescente y enseñarles a actuar en el momento que sea necesario, aportándoles pautas para lograr en casa de un estilo de vida saludable con bajos niveles de estrés o ansiedad.

Los papás tienen la posibilidad de contribuir a sus jóvenes de las próximas posibilidades:

  • Hable con los adolescentes sobre probables componentes estresantes.  Trate de ver el planeta de la manera que ellos lo realizan, y ayúdelos a conservar el punto de vista y a hallar maneras de sobrellevar las cosas.  
  • Se encuentre consciente de las expectativas que usted fija para los jóvenes. Tener altas expectativas puede contribuir a los chicos a conseguir su potencial, sin embargo, tienen que ser realistas. No solo aquello, sino recuerde que los chicos requieren tiempo para relajarse, jugar y pasar tiempo con los amigos, cada una de estas ocupaciones son cruciales para su salud física y de la mente. Y es fundamental que todos recordemos que en la vida hay más que logros.
  • Hable con los jóvenes sobre su uso de las redes sociales. Ayúdeles a que tomen descansos, y ayúdeles a que piensen de manera crítica y racional sobre el impacto que poseen las redes sociales en sus vidas. Intente ver cómo puede conectar con su joven sobre la utilización apropiado y seguro de los medios de comunicación.

Con la aplicación de estas y otras técnicas el adolescente, puede comenzar a manejar el estrés. Si el adolescente verbaliza que necesita ayuda, se siente abrumado, con estrés o tiene ansiedad, una consulta con un psicólogo infantil o con un profesional de la salud mental capacitado puede ser de gran ayuda. Recibir tratamiento en la adolescencia, para poder sobre llevar los problemas de salud mental es fundamental, ya que, si estos problemas no se tratan de manera oportuna, seguirán durante la edad adulta.

Sobre la autora MC. Dulce García

Arteterapeuta. Licenciada en Psicología, con Posgrado en trastornos autistas y maestría en psicología clínica infantojuvenil. Tutora en la Universidad ISEP.

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