Las Neurociencias y sus avances en cuanto al conocimiento del funcionamiento cerebral nos desvelan grandes hallazgos sobre la forma en que el cerebro aprende, sobre su plasticidad y sobre los mecanismos que podemos usar para potenciar el cerebro en desarrollo.
La educación por su parte tiene la responsabilidad y al mismo tiempo una oportunidad para utilizar este conocimiento y generar nuevos procesos de enseñanza y nuevos modelos pedagógicos coherentes con el desarrollo del cerebro en las diferentes etapas de la vida y de esta manera, obtener lo mejor de ese cerebro que aprende.
Así pues, neurociencias y educación se unen para dar paso a la Neuroeducación y con ello, la formación especializada como es el caso de la Maestría en Neuroeducación y Optimización de Capacidades, el cual pretende estimular cognitivamente el cerebro para potenciar las habilidades de los alumnos.
¿Cuál es el objetivo principal de la Neuroeducación?
La Neuroeducación es una nueva visión basada en el cerebro, la cual toma ventaja de los conocimientos sobre el funcionamiento cerebral integrándolos con la psicología, la sociología y la medicina en un intento de mejorar y potenciar tanto los procesos de aprendizaje y memoria de los estudiantes como enseñar mejor a los profesores (Mora, 2013).
Se trata de introducir aquellos conocimientos sobre el cerebro y el aprendizaje y llevarlos al campo educativo, ya sea profesores, alumnos, padres en general, instituciones pertinentes y dirigentes que tengan que desarrollar políticas educativas. Su objetivo es lograr mejorar la forma en que se imparten los conocimientos de toda la vida, intentando obtener al máximo las capacidades del alumno, así como reconocer aquellas falencias que se pueden trabajar a una temprana edad para lograr el máximo potencial de ese cerebro aprehensor de conocimiento.
La Neuroeducación permite evaluar y mejorar la preparación del que enseña (maestro) y ayudar y facilitar el proceso de quien aprende (alumno) (Mora, 2013). Si unimos los paradigmas que nos ofrecen las Neurociencias y el curriculum escolar se deberían generar nuevos procesos de enseñanza, nuevos modelos pedagógicos coherentes con el desarrollo del cerebro en las diferentes etapas de la vida.
Retos
A pesar de que estamos en el desarrollo de una nueva cultura basada en el cerebro y son muchos los científicos que apuestan por estas investigaciones en torno al aprendizaje, es largo el camino que aún se debe recorrer para tener datos bien contrastados y con evidencias sustanciales.
No podemos dejar atrás el hecho de que hablar del funcionamiento cognitivo y biológico cerebral es un tema de una carga densa, lo que dificulta la aprehensión del conocimiento por parte de los profesores. El primer reto que veo al plantearnos este nuevo enfoque educativo es el lenguaje a la hora de transferir conocimientos, se deben desarrollar métodos creativos y ecológicos aplicables de forma no sobrecargada en un aula.
La idea es que los profesores logren obtener la información indispensable para saber cómo el cerebro del menor aprende y cómo desarrollar estrategias didácticas que se puedan aplicar en esas clases.
Sin embargo, la estrategia primordial está en que el docente logre entender y aprender el funcionamiento cerebral de una forma didáctica.
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Alumni del Máster en Neuropsicología Clínica de ISEP. Psicóloga especializada en evaluación, estimulación y rehabilitación en niños y adultos.
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