La educación del futuro: ¿Por qué es importante estudiar neuroeducación?
La neuroeducación garantiza un aprendizaje significativo, efectivo y un desarrollo considerable de las capacidades intelectuales de los alumnos cuando se aplica en clases y se traslada a estrategias y prácticas escolares claras y bien definidas.
No es una exageración afirmar que muy pocos profesores conocen cómo funciona el cerebro. La neurociencia aplicada a la educación fomenta las capacidades y otorga a los educadores herramientas de enseñanza innovadoras adaptadas a las necesidades que tendrá la educación en el futuro. Esta experimentación científica denominada neurociencias deriva de la neurología, la psicología y la psiquiatría, mayormente. Pero también de la biología y la química. Aplicada a la educación, la neurociencia ha creado un nuevo paradigma que propone enseñar y optimizar las capacidades a partir del conocimiento del cerebro y de la implicación de este órgano en todo el proceso de enseñanza-aprendizaje. La neuroeducación garantiza un aprendizaje significativo, efectivo y un desarrollo considerable de las capacidades intelectuales de los alumnos cuando se aplica en clases y se traslada a estrategias y prácticas escolares claras y bien definidas. VER ¿Dónde estudiar neuroeducación en México?
¿Qué es la neuroeducación? La neuroeducación es un campo multidisciplinar que estudia, investiga, analiza y aplica el conocimiento de los procesos cerebrales en las ciencias educativas. Un especialista en neuroeducación es un docente o psicopedagogo con estudios de posgrado en educación. Entre sus funciones se encuentran la detección y tratamiento de problemas de aprendizaje y el diseño de programas educativos con énfasis en la neuroeducación que potencien el desempeño estudiantil y ofrezcan soluciones a las necesidades escolares desde el enfoque neurocientífico.
¿Por qué es importante que los maestros estudien neuroeducación? El objetivo de la educación es el aprendizaje y esa es la garantía de la aplicación de la neuroeducación: Tener un mayor éxito en la construcción del conocimiento y una solidez en el aprendizaje. La neuroeducación en el aula aporta lo siguiente: Valida las estrategias de enseñanza: Los buenos maestros reproducen, perfeccionan y actualizan las estrategias que les han dado buenos resultados y descartan las que no han sido fructíferas. Con el conocimiento en neuroeducación este trabajo de planificación estratégica puede ir más rápido y más lejos, al tiempo que podrán validar sus estrategias de una manera científica y ajustarlas en función de su alumnado desde los aportes de la neurociencia. Mejor entendimiento de los estudiantes con problemas de desarrollo y/o aprendizaje: Sin duda alguna un profesor que pueda ofrecer una comprensión mayor y una intervención o aproximación educativa centrada en el alumno es más efectiva. La neuroeducación permitirá al profesor conocer e incluso detectar trastornos del aprendizaje y del desarrollo, conocer cuáles son las funciones que afecta y establecer una mejor manera de enseñar, así como manifestar mayor empatía y perseverancia en el proceso de aprendizaje de sus alumnos. Entender qué enfermedades con los trastornos de hiperactividad, atención, Asperger tienen un origen neuronal hará que el profesor entienda porque el alumno actúa de la manera en que lo hace y esto sin duda, le llevará a ser un mejor maestro que podrá centrar sus estrategias en el alumno y sus necesidades cognitivas. Aprender cómo usar la tecnología de manera más efectiva: El maestro con un conocimiento en neurociencia podrá diseñar estrategías efectivas y saber por qué las mismas lo son, pero además podrá enriquecerlas, perfeccionarlas y ajustarlas en el aula de clases. Sin duda, este tipo de práctica ofrecerá un mejor resultado. Ser capaz de aplicar la investigación neuroeducativa en el salón de clases: Existe una brecha entre la investigación en neurociencias y la práctica educativa. Al día de hoy son mayoría los profesores que no tienen las herramientas para comprender el proceso cerebral en la dinámica pedagógica. Desconocen la aplicación de estas nuevas tecnologías y enfoques, e incluso, las demeritan. La optimización educativa no se realizará en un laboratorio, sino en un salón de clases y es por esa razón que son los maestros quienes deben, más que cualquier otro, desarrollar competencias neuroeducativas que concluyan con experiencias escolares más gratificantes y significativas para los alumnos.