Como su propio nombre nos indica, el Trastorno TAG nos plasma la presencia de una ansiedad en la persona, siendo su estado generalizado a todas las áreas personales. Pero donde la diferencia entre la ansiedad que toda persona puede tener o experimentar a lo largo de su vida a este trastorno estriba en la frecuencia e intensidad de dicha ansiedad.
Las personas que sufren el Trastorno de Ansiedad Generalizada, en adelante (TAG), constantemente se encuentran en estado de alerta. Las preocupaciones siempre están presentes. Esto, unido a una intensidad super elevada de la normalidad, acaba por afectar a cualquier ámbito de su día a día.
Estas preocupaciones intensas y constantes dan como resultado que la persona no pueda concentrarse, que su atención esté muy diversificada en diferentes asuntos diarios y todo ello le provoque dificultades para sobrellevar una vida mentalmente sana.
Los síntomas del TAG
La persona referirá estados de estrés continuos, donde sus preocupaciones interfieren con toda su faceta diaria, con un estado de activación tan elevado, que dará situaciones de no control, impulsividad excesiva, exceso de información que en su mayoría tiene carácter de poca relevancia, pero donde la persona no logra ordenar esta prioridad. El individuo percibe día a día que “absorbe” todo tipo de información, vive y percibe todo tipo de eventos de los cuales se preocupa de todos ellos, y denota la angustia de querer poder con todo, de ahí ese estado de ansiedad generalizada.
Es realmente una situación caótica, una situación de activación en la conducta de la persona que hace presentar fobias, miedos, angustia, pero que a su vez le afecta a nivel psicofísico con presencia de dolores de cabeza, temblores, palpitaciones, ritmo cardiaco elevado, problemas circadianos, problemas en el sueño, a la vez que se extenderá su presencia a su red social, familiar, alimentación y laboral.
En resumen, el TAG o Trastorno de Ansiedad Generalizada, hace que la persona esté en un estado constante de alerta por cualquier evento, circunstancia en su vida diaria, de forma que no le genera la coherencia, organización mental y sana que debería tener, y provoca un estado continuo de ansiedad la cual se generaliza a toda faceta personal en su vida
Causas y tratamiento del TAG
Las causas del TAG son de índole muy diversa, pudiendo presentar factores precipitantes de diferentes áreas, como la social, familiar, personal o laboral. Ante todas ellas, el tratamiento actualmente más efectivo es una Terapia Cognitivo Conductual que un psicólogo prestará para dotar a la persona de herramientas y técnicas que le permitan hacer frente a esta situación de angustia persistente, llegando a una situación totalmente adaptativa para el individuo. También se puede adjuntar la prescripción de psicofármacos, siendo los antidepresivos los más eficaces.