Intervención en un Proceso de Divorcio con Hijos

Es cada vez más común que acudan a terapia padres aterrados al pensar en los efectos que puede tener un proceso de divorcio en los hijos. También es muy usual encontrar a hijos de padres divorciados solicitando terapia. España es uno de los países con más divorcios del mundo, uno de cada dos matrimonios se divorcia y la probabilidad de que su unión acabe aumenta en aquellos que llevan más de 15 años de relación.

El proceso de separación es un hecho doloroso tanto para los ex cónyuges como para los hijos. Como tal, el proceso tiene una serie de etapas: la etapa de conflictos previos, antes de tomar la decisión de separación, la etapa de trámites de separación, la cual se desarrolla durante el proceso del mismo, la inmediata a la separación y la de los efectos a largo plazo. Los sentimientos que evoca una separación son similares a los de un proceso de duelo y suelen durar un promedio de 2 años.Las dimensiones más afectadas en el niño son el área emocional, el área intelectual y el área de adaptación social. Se sabe que los hombres necesitan más a una figura masculina y muestran mayor agresividad que las niñas.

Es muy notable la preocupación que causa no saber cómo explicar la decisión de divorcio al niño y cuándo se debe decir para que sea lo menos dañino posible. No se sabe cuándo es el momento menos malo para comunicar el divorcio a un hijo, ya que depende de las características personales de los padres y de los hijos, de la situación familiar o el estilo parental.

La mejor manera de comunicar la decisión de divorciarse es de forma conjunta, ambos cónyuges ante todos los hijos, facilitando la expresión de los sentimientos de los niños, escuchando y observando sus conductas, reiterándose en la decisión y exculpando a sus hijos de todo. En terapia debemos transmitir a los padres que deben explicar con serenidad, sinceridad, respeto y cariño, que los papás van a vivir por separado, pero que ello no va a causar ningún perjuicio en su educación ni en el amor que sienten por ellos. Es muy importante preguntarles cómo se sienten y hablarles muchas veces de la misma decisión, pero siempre con el mismo hilo conductor.

En virtud de la edad, el momento apropiado para los niños que tienen menos de 4 años es uno o dos días antes del cese de la convivencia. Cuando tienen de 5 a 10 años, una semana antes y cuando tienen más de 10 años, 2 semanas antes para que se conciencien con tiempo de la nueva estructura del hogar.

Los psicólogos tenemos un papel muy importante durante el proceso de divorcio con los hijos. Debemos ayudar para mejorar la comunicación filio-parental, apoyar y explicar los nuevos cambios que deberán afrontar los hijos, disminuir los riesgos de que exista una alienación parental. También debemos promover entre los ex cónyuges comportamientos más flexibles cuando tratan algo relacionado con los hijos comunes y darles herramientas para que comprendan y aprendan a controlar las conductas de sus hijos.

En algunos procesos terapéuticos se opta por hacer una intervención grupal, cohesionando así a niños con una problemática similar. Esta intervención hace que se sientan más comprendidos, capaces de enfrentar los problemas con la ayuda de sus compañeros. Generan expectativas favorables sobre las actitudes de los otros acerca de la ayuda que le ofrecen y aumentan la empatía. Pero la mejor forma de terapia es la que se adapte a las necesidades específicas de cada niño.

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Psicología Clínica

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