Mindfulness y psicoeducación reducen en 30% la ansiedad por miedo a recurrencia en cáncer de mama
Culiacán Sin.- El impacto del apoyo emocional y psicológico en la lucha contra el cáncer de mama es innegable. Un creciente cuerpo de investigaciones ha demostrado que las pacientes que reciben acompañamiento psicológico no solo experimentan una reducción significativa en la ansiedad, depresión y angustia, sino que mejoran su adherencia a los tratamientos y su capacidad para enfrentar el dolor y los efectos secundarios, afirma la psicoterapeuta clínica y directora académica de la Universidad ISEP, Mtra. Alma Torres.
“El estado emocional de la paciente influye directamente en su respuesta inmunológica al tratamiento. Si bien el acompañamiento psicológico no modifica el pronóstico médico, sí mejora considerablemente la percepción del proceso y la calidad de vida durante la enfermedad”, subraya Torres.
Uno de los miedos más comunes tras superar el cáncer de mama es el temor a la recurrencia, un desafío psicológico profundo que afecta a entre el 60% y 70% de las sobrevivientes en los primeros años de postratamiento, según la Breast Cancer Research Foundation.
“El miedo a que el cáncer vuelva puede generar altos niveles de ansiedad, afectando la capacidad de disfrutar la vida tras el tratamiento”, explica Torres.
Reducción del miedo y mejora del bienestar
La intervención psicoeducativa y las técnicas de mindfulness han demostrado ser herramientas clave en la gestión de esta ansiedad. Un estudio publicado en Frontiers in Psychology en 2017 reveló que estas intervenciones reducen en un 30% los síntomas de ansiedad vinculados al miedo a la recurrencia.
Además, un meta-análisis publicado en Cancer Nursing destacó que estas pacientes experimentan mejoras significativas en marcadores inmunológicos, como la actividad de las células NK, fundamentales en la lucha contra el cáncer.
Según un estudio del National Cancer Institute de EE.UU., las mujeres con un alto nivel de apoyo emocional y social tienen un 25% menos de probabilidades de recaer. Torres recalca la importancia de la psicooncología en el tratamiento oncológico: “El psicólogo oncológico ayuda a las pacientes a manejar estos temores mediante la educación sobre los riesgos reales, la identificación de pensamientos catastróficos y la promoción de prácticas de mindfulness que les permiten vivir en el presente, sin quedar atrapadas en la preocupación constante por el futuro”.
El papel crucial de la familia
La psicoterapeuta también señala que el entorno familiar desempeña un papel crucial en la recuperación. “Hasta el 40% de los familiares de pacientes con cáncer de mama experimentan síntomas de ansiedad o depresión”, afirma Torres, citando un estudio de Psycho-Oncology. El apoyo psicooncológico no sólo mejora el bienestar de las pacientes, sino también el de sus seres queridos, reduciendo en un 25% el estrés emocional familiar.
Torres enfatiza la importancia de la terapia familiar y la psicoeducación como herramientas para fortalecer la resiliencia de los familiares, promoviendo una comunicación efectiva y la gestión del estrés. “Es esencial que la sociedad comprenda que las emociones son parte integral del proceso de recuperación. No se trata solo de combatir el cáncer en el cuerpo, sino también de abordar las consecuencias psicológicas para mejorar la calidad de vida”.
El bienestar emocional como pilar del tratamiento oncológico
“La salud mental en el tratamiento del cáncer de mama no es un aspecto secundario; es un componente esencial del proceso de recuperación”, concluye Torres, quien dirige el Departamento Académico de la Universidad ISEP, dentro del que se encuentra la Maestría en Psicooncología y Cuidados Paliativos.
“Las emociones, el miedo y la incertidumbre pueden afectar tanto como los síntomas físicos. El acompañamiento emocional proporciona a las pacientes las herramientas necesarias para enfrentar los cambios vitales que el cáncer trae consigo”.
Este enfoque integrado de la salud mental y física subraya la necesidad de un tratamiento oncológico que reconozca el papel fundamental del bienestar emocional en la recuperación.